Gorilla es una buena productora. Su mayor exponente es la resina: produce muchísimos tricomas de gran tamaño. De ahí que se la denomine Gorilla Glue, por lo pegajosos que son sus cogollos. Las flores resultantes son bolas redondeadas de muy alta densidad, pesadas y concentradas, con tanta resina y aroma que llama la atención el color blanco que las cubre en plena madurez.
La cosecha es de calidad suprema y tiene, sin duda, un aspecto espléndido porque sus flores son bonitas, muy densas y de color verde claro salpicado por brillantes tricomas. Es una de esas genéticas que atraen poderosamente nuestra atención cuando nos la presentan en una bolsita de plástico transparente.